Días nublados

Publicado: 20 agosto, 2016 en Sin categoría

Todo cambia. La vida de cabeza. El agua que cae sobre los ojos lentamente se resbala hasta el suelo, arrastrando el polvo y la muerte. Me ahogo con mi propio aliento.

La gente habla. La gente se mueve. Va y viene. La gente esto, la gente aquello. En un mar de monotía buscamos la isla de los sueños. ¿Existe? No lo sé.

Supongo que en cierta forma ya no importa. Si miro al reloj, sentado en el viejo colchón de mi habitación, inundado por el sonido de las guitarras en mi celular… si lo miro, ¿qué? La cadencia sigue adelante. El mundo sigue girando. Con un respiro lleno mis pulmones y se vacían.

¿A qué le teme la gente en este terrible mundo moderno? ¿Al hambre? ¿A la pobreza?  ¿A la muerte? ¿A la igualdad? ¿A la felicidad? Si ellos nos odian por ser diferentes, y yo los odio por odiarme, ¿quién odia más a quién? El mundo gira y gira en el mismo remolino, y las revoluciones me marean, me dan nauseas. Y todos se pintan de azul y rojo, de blanco o negro. Y lo único que quiero en este mundo es seguir siendo transparente.

No recuerdo la última vez que lloré. Ciertamente no es hoy. Las páginas de este olvidado espacio me reciben con un abrazo, como aquel viejo amigo al que le puedes confiar todo. Pero ahora estoy bien y ya no lo necesito. Mis alas ya no estan destrozadas. Puedo volar.

Pero, aún metido en aquel remolino que llamamos vida, tenía ganas de hablar con él. Porque no puedo olvidar del todo. Todos esos momentos pasados seguramente los sigo cargando c0nmigo, incluso después de haber admitido mi libertad; después de haber pisado la tierra fuera de mi celda.

Miramé. No dejes de mirarme. Quizá me caiga. Quizá necesite ayuda. Quizá muera. Pero quizá no. Si me pierdo en este camino que transito, ojalá encuentré una buena historia que traer a este viejo hogar.

Fuentes

Deja un comentario